OPELE

30.03.2015 22:40

OPELE

 

Cadena que se usa para la adivinación consta de 8 semillas y al tirarlo da como resultado 256 Odus

 

Ya pasado todo el proceso de evolución, y estando los seres humanos establecidos en la Tierra, Orunmila era el único que quedaba, y se disponía a retirarse hacia el cielo por el mar. Le dijo a su primer hijo, Aakin-Toyole Aragba con el Odu de Ogbe Otura, que se encargara de enseñar a los futuros Babalawos la manipulación de los Ikines de Ifá y que delegara a alguno de ellos la distribución en todo el mundo de la representación de la deidad Opele que había sido sembrada en esa tierra, llamada Apa, la más antigua del mundo, previo a la venida de Opele a la tierra.

 

Aakin Toyole Aragba, tenía un súbdito de mucha confianza al que había ayudado desde niño llamado Ifaiborola, a quien le delegó el trabajo de dar a conocer el Opele en el mundo (Certificado en el Odù Ogbe Otura).

 

El hijo de Orunmila le dijo a Ifaiborola que Sàngó ya estaba establecido en una tierra llamada Oni Mawo Inle (Actualmente conocida como la Ciudad de Oyo) y que se trasladara hasta allá para que Sàngó lo ayudara con la deidad Opele.

 

Ifaiborola emprendió la travesía con un saco de Opele hacia la Tierra de Sàngó, en el camino se sentó en una gran piedra a descansar y a comer Eko que llevaba en su saco y se puso a pensar en todo el poder y jerarquía que tenía el hijo de Orunmila y se preguntó por qué él no lo podía tener también. Siguió su rumbo hacia la tierra de Oni Mawo Inle y no llegó a la casa de Sàngó como se le había destinado. Empezó a distribuir los Opele y a consultar a mucha gente del pueblo.

 

Pasado el tiempo empezaron a llegar las sequías, y toda la gente se quejaba porque no habían reservas de comida y los ríos estaban secos. Las personas comenzaron a buscar al Oba del pueblo, Sàngó, y le informaron lo que estaba sucediendo; Sàngó les preguntó cuáles eras las herramientas de adivinación que estaban usando y la gente respondió que había un Awo llamado Ifaiborola que les había adivinado y entregado a la deidad Opele.

 

Sàngó se encaminó a la búsqueda de este Awo que se había establecido en las afueras del pueblo, en una pequeña casa que casi se caía con el viento. Al llegar, Sàngó se encontró a Ifaiborola desganado por el hambre, le preguntó su nombre y de dónde había venido.

 

Ifaiborola le contó que venía departe de Aakin Toyole Aragba y que este le había encomendado buscarlo a él, para que lo ayudara a entregar la deidad Opele y que desobedeciendo en esta tarea había traicionando al hijo de Orunmila.

Sàngó le respondió que lamentablemente  la deidad Opele no los había escuchado porque había que realizarle varias ceremonias para que pudiera tener la comunicación del cielo a la tierra. Sàngó furioso le dijo que tendría que buscar a Orunmila ya que él no podría ayudarle a causa de su avaricia.

 Cuando Sàngó estaba de regreso a su casa, Ifaiborola partió rumbo al cielo dónde ya se encontraba Orunmila establecido. Ifaiborola le contó a Orunmila la traición que le había hecho a su hijo en la Tierra. Orunmila consultó a Ifá y el Odù revelado fue Osa Ogbe el que le pertenecía a Ifaiborola. Orunmila le dijo que la sabiduría no estaba en los Omo Ifá (Estudiantes de Ifá), que siempre que pasara por encima de los mayores pagaría con miseria. También le informó que Sàngó, Èsú y Osayin eran los que tenían el secreto de la deidad Opele y que por no haber contado con ellos, las personas no acertaban en su adivinación.